Lyon, 16 de junio de 2016. Lugar y fecha que jamás olvidará el mundo del fútbol en Irlanda del Norte. Los británicos consiguieron la primera victoria de su historia en una Eurocopa y además, se declaran candidatos a pasar de la primera fase en su debut continental.

Los tres puntos terminaron en el casillero del equipo dirigido por Michael O'Neill tras un partido que tuvo de todo. Ocasiones para ambos equipos, sufrimiento para los ganadores y para los perdedores, lluvia, mucha lluvia, y una granizada que obligó a que el árbitro parara durante unos minutos el juego en la segunda mitad.

Irlanda del Norte jugó a los suyo. Seguridad en defensa, el mayor cierre posible del juego interior, dominar el juego aéreo tanto en ataque como en defensa, dar velocidad a las contras y aprovechar las acciones a balón parado.

Así se marcó en la pizarra irlandesa y así se llevó a cabo sobre el terreno de juego. Ucrania llegó a desesperarse. Era incapaz de crear claro peligro y apenas inquietó a un McGobern que, sin demostrar nada del otro mundo, dejó su portería a cero.