En una gélida mañana en Nueva York, los ejecutantes de la tradicional danza del león y un dragón chino clásico se abrieron paso desde el barrio chino en Manhattan hasta el Upper East Side y luego tomaron la avenida Madison para llegar a East Midtown, donde familias con niños estaban alineadas en las calles listas para celebrar el Año Nuevo Lunar chino, la Fiesta de Primavera.

En la Gran Manzana, conocida como "crisol cultural", se celebraron una serie de actividades festivas en lugares emblemáticos de la ciudad, desde el concierto por el Año Nuevo chino de la famosa Filarmónica de Nueva York, pasando por los espectaculares fuegos artificiales sobre el río Hudson, hasta el espectáculo de luces del edificio Empire State, los cuales contraron con una amplia participación de la comunidad local.

El sábado, una multitud de 100 imitadores de monos irrumpió en Times Square y fue ovacionada por los transeúntes emocionados mientras se transmitía un video de presentación del Año del Mono en la "Encrucijada del Mundo", como también se conoce a Times Square.

"La celebración del Año Nuevo Lunar chino ya no es un evento únicamente chino, sino una ocasión que celebra las diversas culturas que componen actualmente nuestras comunidades", dijo Shirley Young, presidenta del Instituto Cultural Estados Unidos-China.

Con tanta diversión en el ambiente es difícil imaginar una época en la que las celebraciones del Año Nuevo Lunar estaban prohibidas en la ciudad.

Michael Perrone, en su columna del Belleville Times, escribió que "en esa época (alrededor de 1870) había un fuerte sentimiento antichino en el país, apoyado por leyes federales y estatales que restringían la inmigración, el empleo y los derechos de los chinos. Por ejemplo, era ilegal que los chinos se reunieran en público en grandes grupos en la ciudad de Nueva York".

Por consiguiente, muchos chinos del área de Nueva York tenían que viajar hacia Belleville, localidad de New Jersey y sede de los primeros inmigrantes chinos en la costa este, para celebrar el Año Nuevo Lunar.

Gracias a los esfuerzos de las cada vez más numerosas comunidades chinas, las celebraciones de la Fiesta de Primavera en la costa este de Estados Unidos, que evolucionaron a partir de una fiesta pequeña en Belleville, ya no se limitan al barrio chino, sino que se extienden a las principales calles de la ciudad y causan más revuelo cada año.

En la ciudad de Nueva York, 2016 es el primer año en el que el Año Nuevo chino es incorporado al calendario de las escuelas públicas de la ciudad, lo que permite a 1,1 millones de estudiantes tener un día libre para celebrar la tradicional festividad china.

"Considero que al reconocer esto, realmente se muestra que estamos respetando la diversidad cultural de este país y que también estamos reconociendo las grandes aportaciones que la comunidad chino-estadounidense ha hecho a esta sociedad", dijo el cónsul general Zhang Qiyue.

Por otra parte, en el concierto anual del Año Nuevo Lunar realizado el martes por la Filarmónica de Nueva York, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, subió al escenario y deseó a la audiencia un Feliz Año Nuevo en chino.

"Esto sienta un precedente en la historia de la Filarmónica de Nueva York. Nadie había sido invitado antes a ofrecer unas palabras en su concierto", dijo Zhou Wei, fundadora de la consultora Weiber con sede en Nueva York y una de los organizadoras del evento.

El discurso de cinco minutos de Ban, no programado de manera oficial, indicó la creciente importancia del Año Nuevo chino en el mundo, añadió.

Sumándose a la festividad, Twitter lanzó su primer emoji de Año Nuevo Chino para convertirse en la plataforma social líder para las celebraciones.