Ted Richardses un obrero retirado de 56 años y es muy aficionado a su loro. Por eso se tatuó e hizo punciones en su cara para imitar el aspecto de su mascota. Incluso llegó a someterse a una operación de seis horas para hacer desaparecer sus orejas.
En todo su cuerpo hay más de 110 tatuajes, más de 50 punciones y la mayoría de ellos son del color y la forma de las plumas de loro. Además se puso astas en la cabeza y se tiñó los globos oculares. Richards está satisfecho con su apariencia.