El pastel de flor de ciruelo, que se remonta a la dinastía Ming y a la dinastía Qing, se convirtió en el refrigerio más famoso del sur de China con características de la etnia han. Según las leyendas, cuando el emperador Qianlong visitó el sur de China, vió que este pastel tenía la forma como la de un ciruelo con un color brillante, lo probó y resultó que era un pastel dulce y quebradizo, aun mejor que los pasteles del palacio imperial. Debido a que tiene forma de ciruelo, lo nombró pastel de flor de ciruelo y este nombre se ha transmitido hasta hoy.

Para hacer este pastel, deben mezclarse la harina, la levadura y el agua hasta que se conviertan en un líquido viscoso, después echarlo en el molde de forma de ciruelo y añadir dentro pasta de judías, carne, aceite, rosa, azúcar blanco, ralladuras de verduras, etc. Al cocerlo bien con una plancha de hierro muy caliente, se termina la preparación del pastel, que cuenta con un color dorado y una forma de flor de ciruelo. Su sabor rico y la facilidad para morderlo lo hacen popular entre niños y ancianos.

En la actualidad, además de conservar la forma de preparación antigua, se añaden ingredientes como piñomes y albóndigas para hacerlo más rico y quebradizo, y se utilizan hornos especiales para tostar la mezcla de los ingredientes de harina, pasta de judías, azúcar, pasta de frutas y almendras.

Los ingredientes tienen diferentes funciones: las albóndigas de arroz glutinoso, la pasta de judías, las pasas y el azúcar frito hacen el pastel glutinoso sabroso, delicado y aromático. Con la envoltura de la pasta de frutas, nadie puede resistirse a su riquísimo sabor.