A veces la realidad supera a la ficción o, en el caso de la fotografía, las imágenes auténticas superan al Photoshop. Les presentamos a continuación una serie de fotografías que no han sufrido ningún tratamiento informático pero que, aún así, son difíciles de creer. Pero ojo, porque aquí no hay trampa ni cartón.

¿Hasta qué punto podía estar borracho el ingeniero que diseñó este tramo de vía en Nueva Zelanda? ¿Hay algún retoque fotográfico? Nada de eso. Las vías están así debido a un terremoto. Lo sorprendente es que el temblor no afectó al resto del trazado.

En Noruega encontramos esta carretera que parece no llevar a ningún sitio, y eso es lo que se ve cuando uno se acerca por ese lado de la carretera, pero es tan sólo un efecto óptico. Donde parece que todo termina, se encuentra en realidad el puente de Storseisundet, que tiene una curvatura que provoca este efecto óptico.

¿No ven nada raro en esta foto? ¿Un diminuto personaje a la izquierda que se aleja de este grupo de gigantes? No, no hay Photoshop. Lo que sucede es que el terreno en el que están las cuatro personas que posan, y el terreno que sobre el que a lo lejos camina aquel señor son tan parecidos que la perspectiva se difumina.

¿Una servilleta gigante dibujada sobre la fotografía? Pues no, nada de eso. Nada se ha añadido a la imagen original. En realidad se trata de una escultura que realmente está ahí, en Nueva Zelanda.

Parece que a este zorro le han alargado las patas, pero en realidad se trata de un aguará guazú, el mayor de los cánidos de Latinoamérica. No todos tienen las extremidades tan largas pero es bastante habitual.

¿Un oso en medio de una comida familiar? ¿Como si fuera la mascota de la familia? Por supuesto es completamente inofensivo, pues es un oso Grizzly amaestrado que se dedica a grabar anuncios y hasta fu padrino en la boda de su cuidador.

¿Se imaginan a los recogepelotas de este partido de tenis? Sería un trabajo bastante peligroso, pues se trata del partido que Andre Agassi y Roger Federer jugaron en 2005 en el helipuerto del rascacielos Burj Al Arab, en Dubai.

31 dedos en total entre las manos y los pies, podría ser una mala broma de Photoshop, pero se trata de un bebé nacido en Japón en 2010 con esta malformación, que más tarde fue corregida con cirugía.

Un grifo flotando en mitad de la nada en España. Un truco muy sencillo conseguido mediante una tubería que no puede verse porque se encuentra en el interior del chorro de agua.

Podríamos pensar que la mujer en blanco y negro que vemos en esta imagen es parte del decorado, pero este espectacular resultado ha sido logrado tan sólo con maquillaje. Con muchas horas de maquillaje, suponemos.