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spanish.china.org.cn | 12. 05. 2015 | Editor: Sonia | [A A A] |
Fósiles del Hombre de Pekín
(SPANISH.CHINA.ORG.CN)-Los fósiles del Hombre de Pekín son muy raros, ya que la mayoría desapareció durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que no es sorpresa que los científicos estén emocionados gracias al análisis publicado respecto a un diente de un ancestro de hace 600.000 años del hombre moderno.
El último ejemplar de “Acta Anthropologica Sinica”, presentó los hallazgos de científicos suecos y chinos.
De acuerdo a Liu Wu del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología, Academia China de Ciencias, el diente en cuestión es un canino superior derecho de un Hombre de Pekín. El diente estaba completamente desarrollado, lo cual indica que el individuo tenía entre 20 y 40 años de edad.
La edad es revelada mediante el conteo de las capas dentinas incrementales, explicó Martin Kundrat del Centro de Biología Evolutiva de la Universidad Uppsala, en Suecia.
El diente tiene dos grandes saltaduras, que se extienden desde el borde de la mordida hasta la base de la corona.
“Una de estas saltaduras ha sido suavizada parcialmente por el uso, lo que muestra que se formó mucho antes de la muerte del individuo” añadió. “Es posible que estuvieran utilizando sus dientes como herramientas o que mordieran algunos objetos sólidos, tales como nueces o huesos de animales”.
Liu reveló que en las investigaciones futuras se extraerá el residuo del diente para identificar los alimentos que ingería el Hombre de Pekín.
La corona y la raíz son más pequeñas que otros dientes encontrados, dijo Kundrat, lo que indica que el Hombre de Pekín podría ser en realidad una mujer.
Sin embargo, Liu dijo que el diente por sí solo no podía demostrar el género del individuo.
Hallazgo inesperado
Durante mucho tiempo, tras la Segunda Guerra Mundial, los únicos especímenes del Hombre de Pekín que sobrevivieron a la excavación original, fueron los tres dientes de la colección de la Universidad Uppsala. No fue sino hasta 2011 cuando Kundrat y Jan Ove R. Ebbestad, curador del Museo de Evolución de la universidad, encontraron el cuarto diente.
Kundrat descubrió el diente mientras buscaba en unas cajas de expedición casi olvidadas. Unas 40 cajas enviadas desde China hasta Uppsala hace casi un siglo contenían fósiles vertebrados.
El paleontólogo suizo Carl Wiman había estado a cargo de identificar y describir los fósiles, pero tras su muerte en 1944, la dirección de la investigación cambió, dejando 40 cajas cerradas y olvidadas.
El 21 de marzo de 2011, Kundrat y Ebbestad abrieron una caja que tenía las letras ZKD, el acrónimo de Zhoukoudian, el sitio del fósil del Hombre de Pekín, y encontraron los fragmentos.
Kundrat sintió la importancia del descubrimiento y contactó a Liu Wu y a Tong Haowen, también del instituto chino para ayudar a identificar el diente.
Pérdida inconmensurable
A mediados del siglo XIX, arqueólogos occidentales buscaron evidencia de nuestros ancestros por el mundo. A principios del siglo XX, llegaron a China.
En torno a 1910, cuando visitaban una colina cerca de la aldea de Zhoukoudian, al suroeste de Beijing, el geólogo chino Johan Gunnar Andresson notó unos fragmentos de cuarzo peculiares, que no eran originarios del sitio y que se parecían a herramientas primitivas de piedra.
Otto Zdansky de la Universidad de Uppsala descubrió los primeros restos dentales del Hombre de Pekín en 1921. El segundo diente fue encontrado entre otros fósiles vertebrados en las cajas que fueron enviados a Uppsala para las investigaciones.
Después de eso, Weng Wenhao, el entonces director de Estudios Geológicos de China; Davidson Black, un paleoantropólogo canadiense y Anders Birger Bohlin, un recién graduado de Uppsala, se encargaron entonces de la excavación.
El 16 de octubre de 1927, Bohlin recuperó otro diente del Hombre de Pekín de la misma capa donde Zdansky encontró el primer espécimen. El espécimen de Bohlin fue descrito por Black y se convirtió en el holotipo del nuevo homínido extinto.
Desde 1928 hasta 1937, se descubrieron numerosos restos del Hombre de Pekín, incluyendo cinco cráneos y especímenes de más de 40 individuos.
“Pero este enorme éxito se convirtió dramáticamente en la mayor pérdida en la historia de la paleoantropología” dijo Kundrat.
En 1941, toda la colección, incluyendo el holotipo, desapareció justo antes de que fuera enviada a Estados Unidos para ser resguardada.
De todos los especímenes recolectados antes de la guerra, sólo habían sobrevivido los dos dientes enviados a Uppsala en 1924. Sin embargo, muchas de las cajas de material de Zhoukoudian que habían sido enviadas a la Universidad de Uppsala en los años 20, habían permanecido sin estudiar, y éstas contenían más especímenes: en 1951, Zdansky encontró un tercer diente y en 2011, Kundrat encontró el cuarto.
“Teóricamente más especímenes del Hombre de Pekín pueden ser posiblemente encontrados en las cajas. Revisaré el contenido de nuevo” dijo Kundrat.
Este diente es único y es una de las primeras piezas de evidencia que demuestran la existencia del Hombre de Pekín, indicó.
Aunque aún existen moldes y descripciones excelentes de los fósiles originales, dijo Liu, estos últimos ofrecerían un mayor conocimiento de los humanos de la antigüedad.