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spanish.china.org.cn | 22. 04. 2015 | Editor: Sonia | [A A A] |
En la dinastía Qing hay muchas cortesías sociales pesadas y varios motivos de trato social, y los funcionarios de Beijing viven todo el año bajo normas de cortesía y reglas. En los yamen (sede ofical del funcionario) de la dinastía Qing, existe la costumbre tradicional de que los bajos funcionarios ofrezcan regalos a los altos funcionarios en las fiestas, como la Fiesta de Primavera, la Fiesta de Barco de Dragón y la Fiesta de Medio Otoño, e incluso a sus sirvientes. Estos hábitos viciosos han sido una regla clandestina en el círculo oficial. Además, en días ordinarios, también hay muchos tratos sociales tales como las ceremonias de boda, de muerte, de promoción, de mudanza, etc. A veces, los funcionarios pobres piden préstamos para el trato social.
Además de los regalos, otra fuente de gasto son los banquetes. La vida de los funcionarios de Beijing es tranquila y despreocupada: muchos yamen sólo tratan los asuntos el primer día y el décimoquinto día del mes. Por eso, los oficiales tienen mucho tiempo para los banquetes. Entonces, los funcionarios contactan entre ellos puesto que son del mismo pueblo, tuvieron el mismo profesor, son del mismo año, de la misma escuela y del mismo departamento. Para mantener su propia red social, un funcionario necesita organizar o participar en muchos banquetes.
Un banquete imprescindible es el banquete colectivo entre diferentes departamentos de la corte en la Fiesta de Primavera. Generalmente, se turnan entre los funcionarios cada año, con representaciones de óperas muy caras. Además se reúnen incluso a diarios para comer. Por ello, la vida de los funcionarios de Beijing está libre de obligaciones pero llena de comidas. En la zona sur del distrito Xuanwu hay muchos restaurantes y al atardecer van y vienen muchos carruajes con funcionarios para las comidas.
Además, los funcionarios organizan diferentes reuniones, bien sea para comentar poemas o para estudiar, y después de la reunión, comen juntos. Generalmente, se trata de unas diez personas para una reunión, 3 ó 5 días para una comida y se va rotando cada mes.
También hay funcionarios a los que no les gusta reunirse en el restaurante, ya que consideran que es algo vulgar, así que prefieren reunirse en lugares turísticos o edificios antiguos. En los días de buen tiempo, los funcionarios llaman a sus compañeros para salir para pasear o a veranear tomando licores y contemplando el paisaje. “Contemplar las flores en un templo y disfrutar de las pinturas en un quiosco fresco” son consideradas actividades ideales.
Este tipo de reunión y banquete cuesta mucho tiempo y dinero, lo que causa una carga económica pesada para los funcionarios. A Zeng Guofan le gusta mucho hacer amigos y lo toma como una medida para crear y mantener su buena imagen entre los funcionarios. Sin embargo, debido a que le ocupa tanto tiempo y dinero, también sufre mucho por las relaciones sociales y realiza muchas autocríticas a diario.