Edie Zhang come sola un promedio de tres veces por semana. Tiene 26 años, es soltera, guapa y viste bien, y para muchos comensales chinos, ella no es del tipo de persona que suele comer sola.

Pero Zhang, que trabaja para una agencia artística y una casa productora, sale y come sola en algunas ocasiones, cuando su corazón “está cansado” y no le apetece “regresar a casa”. “Algunas veces me gusta comer sola. No me apetece hablar”, explica.

Zhang por lo regular sale tarde del trabajo, cuando pocos restaurantes aún están abiertos. Entonces evalúa a dónde irá a comer, por lo regular un lugar tranquilo en el que vendan bebidas alcohólicas.

Dice que no le importa cómo la ven las personas. “Por lo regular me concentro únicamente en comer. Algunas veces hablo con los meseros”.

Cenar en numerosos grupos es una parte esencial de la cultura china y de las normas sociales de etiqueta, y como tal, cenar solo tiene por lo regular un estigma implícito. Pero en años recientes, con la urbanización orillando a muchas personas a vivir y comer a solas, una generación de jóvenes está retando los viejos estereotipos y se está parapetando en la opción de pedir mesas para una sola persona.

No hay espacio para la vergüenza

Zhang está entre los miembros de una generación de chinos, seducidos por los manga japoneses y las series de tv Kodoku, que presenta a empresarios solitarios que viajan por Japón y que degustan platos japoneses especiales.

Otras series de video en línea (cena para una persona) han sido muy populares desde 2012, con algunos episodios de hasta medio millón de visitas en youku. En episodios de tres minutos, cocineros amateurs chinos y chinas comparten métodos de cocina y alimentos, y su amor por comer solos.

Cai Yani, el productor de este show, declaró a la revista The Bund que la serie introduce algunas recetas, pero el foco principal es la vida “solitaria”. La mayoría de las personas pensaría “me preparo fideos instantáneos o pido comida y listo”. Pero la serie intenta transmitir el mensaje de que uno no debe ser descuidado de sí mismo y comer comida de baja nutrición, aún cuando es una persona la única que va a comer.

“Me gusta que las personas tengan el ánimo de cocinar para sí mismas y que presten especial atención a la buena calidad de vida”, explica Zhang.

Cultura culinaria en solitario

Las personas que comen a solas no sólo sienten interés por un solo tiempo, algunos de ellos son viajeros y muchos son trabajadores de cuello blanco que han terminado tarde un día de trabajo. Pero algunos de ellos buscan actividades recreativas para relajarse.

Según un informe elaborado por el Grupo NDP, una firma de consejería en mercadotecnia, las personas en los Estados Unidos no están pasando parte de su tiempo cenando en grupos, toda vez que el 50 por ciento de comensales que comen y beben lo hacen solos. Cerca del 60 por ciento de los desayunos son consumidos por comensales que vienen solos, y 50 por ciento de los almuerzos también.

Un restaurante en Amsterdam, en los Países Bajs, el Eenmal, es popular entre los usuarios de internet chinos por ser considerado el mejor restaurante para un comensal en el mundo. Desde su inauguración en 2013, el restaurante, que solo tiene mesas para uno, ha recibido la atención de los medios internacionales por ser un lugar atractivo para desconectarse completamente.

Su fundadora, Marina Van Goor, declaró a la revista New Weekly que sería un experimento interesante para aquellos que nunca comen solos, y diseñado para aquellos que comen solos en restaurantes. Espera que el Eenmaal anule la idea negativa asociada a comer a solas. Al tiempo que el terreno de los redes sociales continúan su evolución, las personas necesitan un equilibrio entre mantenerse en contacto y desconectarse. Ella señaló que comer solo significa que las personas hacen un paréntesis a las conversaciones, para concentrarse plenamente en su comida y en el simple regocijo de comer.

Una serie de fotos de un restaurante en Japón se han hecho este año virales en la internet de China. El lugar, conocido como “el café antisoledad”, ofrece consuelo y conveniencia a aquellos comensales que llegan solos: ofrecen enormes muñecos de animales de peluche para sentarse junto a ellos.

Y para el caso de Beijing, la comensal Crystal Jin dice que no ha encontrado un restaurante exclusivo para cenas de una sola persona. Pero según esta profesional de la mercadotecnia, en sus 30, hay muchos lugares en la ciudad que cumplen los requisitos para comer sin compañía.

“Algunos restaurantes japoneses y hongkoneses son especialmente buenos (para comer solos). La comida viene en porciones pequeñas, y puedes ordenar varios tiempos, entre ellos panecillos al vapor y sushi”, explica. “Pero por supuesto, el ambiente es mucho más importante que sólo la cantidad adecuada de comida”.

“Tanto para el staff como para los clientes en esta gran ciudad, comer solo parecía antes extraño, pero esto ya ha cambiado”, explica Jin.

Focalizando el negocio de comer a solas

Algunas veces la elección de la comida no es tan importante como la ubicación y el ambiente, que requieren de un diseño apropiado y vajillas especiales para clientes solos.

Una búsqueda en taobao.com, el vendedor en línea más grande de China, ofrece resultados relacionados a comidas en solitario, cubriendo opciones que van desde paquetes de comidas hasta utensilios de cocina diseñados para una sola persona. Hay incluso una bandeja individual para ajustarse exactamente a la dieta de una persona y puede ser acomodada hermosamente, al igual que medidas de espagueti que pueden ajustar con precisión las porciones, y evitar la vergüenza de dejar parte de la comida.

El mundo empresarial está focalizando la oportunidad subyacente de la creciente cultura de comer solo. El minorista japonés Muji ha comenzado a promocionar líneas de muebles de cocina desde 2014, que dejan atrás ese concepto original de “familia” y presta atención a hornos, máquinas para cocer arroz, cafeteras y extractores de jugos diseñados para una sola persona.

Los expertos señalan que la economía basada en una sola persona está en ascenso en Japón. El economista japonés, Ohmae Kenichi, indicó a empresas hace 15 años que deberían estar preparadas para el hecho de que vivir solo se está convirtiendo cada vez más en una tendencia debido al envejecimiento de la población y a los bajos índices de natalidad, y que deberían cambiar sus orientaciones en atención a los servicios para las personas que viven en la individualidad.