La ciudad de Kaiping, provincia de Cantón, tiene 680 mil habitantes y sus emigrados alcanzan los 750 mil en todo el mundo. Kaiping no sólo es la famosa ciudad natal de los chinos de ultramar, sino también por las diaolou.

A finales del siglo XIX, las leyes de exclusión de chinos en Estados Unidos y Canadá obligaron a muchos emigrantes de Kaiping a regresar a su ciudad natal y construir allí muchas edificaciones fortificadas, en los años 20 y 30 del siglo XX, con el objetivo de defenderse de los bandoleros. Dichas construcciones se llamaban diaolou y son ejemplos de una compleja y brillante fusión de las formas estructurales y decorativas de China con las de Occidente.

"Los chinos de ultramar no sólo son emigrados internacionales, sino también son divulgadores de la cultura china. Las diaolou y aldeas de Kaiping son además un patrimonio de la cultura de la emigración", relató Zhang Guoxiong, experto de solicitudes de patrimonio mundial y profesor de la Universidad de Wuyi.

Según los expertos, las diaolou y aldeas de Kaiping son testigos de los intercambios culturales impulsados por las migraciones regionales e internacionales.

Gracias a las experiencias de vida de los emigrantes en diferentes países de Europa y América, las diaolou tienen características europeas y americanas. Las 1.833 diaolou existentes cuentan con estilos arquitectónicos tanto chinos como extranjeros, entre los que se destacan el greco, romano, barroco y otros mezclados, como el tipo de patio y villa.

Las diaolou y las aldeas de Kaiping abarcan mucha información histórica de los emigrantes y son registro de sus contribuciones a su pueblo natal y a todo el país durante el proceso de transición social de China.

El edificio Ruishi, considerado como "el mayor entre las diaolou de Kaiping", cuenta con el mayor valor artístico de arquitectura entre las diaolou de Kaiping, siendo un conjunto de combinación de elementos arquitectónicos de China y Occidente, tales como pórticos romanos, postes jónicos y fachadas barrocas. Además de los caracteres chinos Ruishilou, también se inscriben en diferentes pisos letras de bendiciones como “Fortuna y Paz”, “Armonía Mundial”, entre otros.

Cabe mencionar que se utilizó gran cantidad de concreto para la construcción de las diaolou, lo que era único en aquel tiempo en China.

Según Zhang Guoxiong, en muchas ciudades litorales de China también existen edificios que combinan los estilos chinos y occidentales, pero la mayoría fueron construidos bajo direcciones de extranjeros. Mientras tanto, las diaolou de Kaiping son obras de los chinos quienes aprenden, absorben la cultura arquitectónica occidental y la combinan con la cultura local.

"Además de la cultura arquitectónica, los emigrantes también regresaron con la cultura de régimen, concepto y decoración de Occidente, y las fundieron perfectamente con la local", comentó Zhang.