La nave espacial lanzada en las primeras horas de hoy por China para probar la tecnología que se empleará en la futura misión lunar de regreso Chang'e-5, modificó esta tarde su órbita.

Esta es la primera modificación durante el viaje programado para ocho días, dijo la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional de China en un comunicado.

La modificación era necesaria debido a que la nave espacial no tripulada fue afectada por factores externos durante la transferencia de una órbita terrestre a una órbita lunar, explicó el comunicado. El software actualizado permite a los monitores en Beijing detectar inmediatamente pequeñas fallas durante el viaje y responder a ellas.

La sonda fue lanzada esta mañana por un cohete Gran Marcha-3C desde el Centro de Lanzamiento de Satélites Xichang en la provincia suroccidental de Sichuan.

La nave espacial, desarrollada por la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China, volará alrededor de la mitad de la luna y regresará a la Tierra.

Su misión es recabar datos y validar la tecnología de reingreso como guías, sistemas de navegación y de control, y el escudo térmico, en anticipación a un alunizaje de la Chang'e-5, la cual recolectará muestras de la Luna y regresará a la Tierra, probablemente en el año 2017.

Esta es la primera ocasión que China lleva a cabo una prueba en la que involucra media órbita alrededor de la luna a una altitud de 380.000 kilómetros antes de que la nave espacial regrese a la Tierra.

La sonda de prueba es un precursor de la última fase de tres fases del proyecto de sondas lunares de China, una misión de toma de muestras y regreso de la luna.

China llevó a cabo las misiones Chang'e-1 y Chang'e-2 en 2007 y 2010, respectivamente, superando la fase orbital.

En la actual segunda fase, Chang'e-3, con el primer explorador lunar del país Yutu a bordo, alunizó exitosamente en diciembre de 2013. Chang'e-4 es la sonda de respaldo de Chang'e-3 y ayudará a preparar el camino para futuras sondas espaciales.