La fascinación por las hadas de Robin Wight lo llevó a realizar una bellísima serie de esculturas con un movimiento y un dinamismo que maravillan.
A partir de un esqueleto básico, Wight fue dándole forma a cada hada con la envoltura sucesiva de alambres. Además, en el centro de cada escultura, Wight dejó una piedra como firma de su trabajo, algunas de las cuales tienen grabados mensajes.
La sensación de un movimiento del aire, una brisa, un viento con el que las hadas juegan, la terminan de dar los dientes de león con los que estas juegan, además de que sus alas también aportan vitalidad al conjunto
Las hadas de Wight adornan jardines públicos y privados, y a continuación mostramos algunas de ellas.
Fuente: mdzol.com
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