Los primeros juicios contra los 36 miembros de una organización criminal dirigida por el exmagnate de la minería Liu Han terminaron hoy sábado en la provincia central china de Hubei tras haber dado comienzo el 31 de marzo.

Liu Han, su hermano Liu Wei y otros 34 demandados fueron acusados de los cargos de organizar y liderar una banda delictiva, homicidio intencionado, asalto, detención ilegal, chantaje, posesión ilegal de armas de fuego y munición y estafa de préstamos bancarios, según fuentes de la fiscalía.

El juez anunció la conclusión de los primeros juicios de Liu Han y otros nueve imputados después de que hicieran sus alegatos finales, mientras que los de los otros 26 acusados finalizaron el 1, 2 y 14 de abril.

Según el Tribunal Popular Intermedio de Xianning, los 36 demandados fueron procesados en siete casos. La mayoría de ellos, incluido Liu Wei, confesaron y se arrepentieron de sus delitos y pidieron perdón a las víctimas y sus familiares, mientras que Liu Han negó las acusaciones, informó el tribunal.

"Por todos los delitos que he cometido, acepto cualquier sentencia de acuerdo con la ley, y que los muertos descansen en paz", dijo Liu Wei en su declaración final.

Aún no se ha decidido la fecha en que se anunciará el veredicto.

Liu Han fue presidente de la junta directiva del Grupo Hanlong, la mayor empresa privada de la provincia de Sichuan, en el suroeste del país. Era propierario de decenas de compañías subsidiarias en los sectores de la electricidad, la energía, las finanzas, la minería, los inmuebles y los valores.

Los fiscales indicaron que el grupo liderado por Liu Han contaba con un número enorme de miembros, con claros organizadores, líderes y organigrama. El grupo acumulaba riquezas a través de métodos ilegales para apoyar sus actividades y poseía una gran cantidad de armas de fuego y municiones para confrontaciones violentas ilícitas.

Mediante actividades ilegales y el encubrimiento y la connivencia de funcionarios de los departamentos gubernamentales, el grupo ganó un control y una influencia enormes en las ciudades de Mianyang, Guanghan y Shifang y sobre varias industrias locales, perjudicando gravemente el orden económico y social.

Los derechos de los demandados y sus abogados se han garantizado.

Liu Han realizó su propio alegato final de más de 140 minutos durante el debate en el tribunal.

Su abogado, Zhang Qingsong, dijo que la investigación del tribunal fue amable y justa y que la tolerancia, la amabilidad y la racionalidad del juez se habían ganado su sincero respeto.