El primer ministro Zhou Enlai conversa con el ex presidente interino Emilio Portes Gil el 25 de septiembre de 1960 

 

La naturaleza del sistema político chino permitió que la diplomacia entre partidos políticos y entre organizaciones civiles aglomerara bajo un todo información y experiencia útil en el conocimiento de estados con los que aún no se tenían relaciones diplomáticas. Así, Cuando la República Popular China y México establecieron relaciones diplomáticas el 14 de febrero de 1972, sus funcionarios ya contaban con más de 20 años de estudios sistemáticos, coordinados y detallados sobre la vida política, económica y social de México.

Hace más de 60 años, unos días después de la fundación de la República Popular China, el finado primer ministro Zhou Enlai pronunció un discurso en el que lanzó una recomendación válida para el resto del mundo: “Si no emprendemos un trabajo de análisis e investigación, entonces cómo vamos a desplegar el trabajo diplomático”. Y es bajo esa lógica que esta nueva etapa de la relación del país azteca con China debe verse, como la oportunidad de desplegar un trabajo de análisis e investigación y como la sinergia para unir en un todo las voces y las experiencias de organizaciones públicas y privadas dedicadas al estudio de la República Popular China. Desaprovechar este momento equivaldría a que las tan encumbradas visitas e intercambios queden opacadas por el regocijo, las incoherencias y el mareo que ha causado la inserción del tequila 100% mexicano en el mercado chino.

 

Autor: Jorge Fernández Montes, periodista adscrito al Buró de Expertos Extranjeros de China

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