(SPANISH.CHINA.ORG.CN)- El portaviones “Liaoning” partió ayer de la ciudad china de Qingdao (costa oriental), para realizar una misión de entrenamiento en el Mar de China Meridional, una acción que se desenvuelve en un momento de intensa tensión con sus países vecinos en la región por disputas marítimas y territoriales.
Se trata de la primera misión de ultramar del buque insignia de la Armada china, desde que fuera comisionado el año pasado, explicó su capitán Zhang Zheng.
De acuerdo a la agencia estatal de noticias Xinhua, la maniobra tiene carácter rutinario en el calendario de adiestramiento, ya programado con anterioridad para el buque.
Junto al “Liaoning” también parten dos destructores, el “Shenyang” y “Shijiazhuang”, además de dos fragatas, “Yantai” y “Weifang”. Los cuatro están armados con misiles.
La misión ocurre paralela a un nuevo conflicto diplomático entre Beijing y Tokio, a raíz de la creación, por parte de China, de una zona de defensa aérea que incluye las islas Diaoyu (Senkaku, para los japoneses), administradas de facto por Japón, pero que el régimen comunista reclama desde hace décadas.
La misión china no se desarrolla en aguas próximas al Mar de China Oriental, la zona de conflicto; pero los cinco barcos sí atraviesan en su viaje al Mar de China Meridional, donde tienen disputas territoriales con sus otros vecinos, las Filipinas y Vietnam, por las islas Spratly y Paracel.
Durante la misión, el portaaviones chino probará su equipo y el estado de sus tropas, para probar el buque en distintas condiciones meteorológicas, aclaró el capitán Zhang.
El Gobierno japonés por su parte, ha informado a sus aerolíneas que no es necesario presentar sus planes de vuelo ante China para atravesar la nueva zona de defensa aérea, decretada unilateralmente por Beijing, y en el cual se incluye un territorio que los nipones consideran suyo.
“Las decisión de China no tiene efecto sobre nuestro país, con lo que el Ministerio de Transporte ha comunicado a las compañías que vamos a seguir aplicando la normativa vigente”,aseguró ayer el ministro portavoz de Japón, Yoshihide Suga.
El Gobierno japonés, que ya ha presentado una queja formal a China a través de su embajador en Tokio, informó principalmente a las dos grandes compañías del país, Japan Airlines (JAL) y All Nippon Airways (ANA).
Ambas compañías habían estado presentando a las autoridades chinas sus planes de vuelo desde que el sábado Beijing decretara su nuevo espacio de defensa. En este sentido, las únicas rutas afectadas por la designación de defensa aérea china son las que enlazan Japón con Taiwán y Hong Kong.
El ministro portavoz consideró que son las aerolíneas las que deben tomar la decisión de informar o no a China, “tras tener en cuenta la seguridad de los pasajeros y la posición del Gobierno, entre otros factores”.
Fumio Kishida, el ministro japonés de Exteriores, detalló que mantendrán una comunicación continua con las compañías aéreas y consideró que “es importante la cooperación entre el sector privado y público a la hora de mostrar a China una postura en firme”.
A pesar de ello, tanto Japan Airlines y All Nippon Airways han decidido aplicar la “zona aérea de identificación”, indicando que someterían sus planes de vuelo en dichas zona a las autoridades de China, esencialmente por razones de seguridad de sus pasajeros.
“Hemos tomados estas disposiciones de acuerdo con las reglamentaciones internacionales. La seguridad es nuestra prioridad absoluta. Debemos descartar al máximo toda posibilidad de un escenario catastrófico”,informó un portavoz de ANA.
Australia convocó a su embajador chino para hacerle saber su preocupación por el establecimiento del espacio de defensa aéreo en el Mar de China Oriental.
“Australia ha dejado clara su oposición a cualquier acción unilateral para cambiar el 'statu quo' en el Mar Oriental de China”, declaró en un comunicado la ministra australiana de Exteriores, Julie Bishop.
Bishop tachó de “inútil” el anuncio de China, asegurando que “no contribuye a la estabilidad de la región”.
De acuerdo a los medios australianos, el embajador chino Ma Zhaoxu acudió el lunes al ministerio australiano de Asuntos Exteriores y Comercio para ser consultado acerca de las intenciones de su país.