Lo que debió ser una fiesta para entretenerse terminó con nueve jóvenes intoxicados por el nitrógeno que los propios organizadores lanzaron en la piscina, con la intención de generar una especie de niebla, pero al mezclarse con el cloro lo único que provocó fueron gases tóxicos.

Esto ocurrió en una "pool party" organizada por la marca de licores Jägermeister en México, a la que asistieron más de cien personas.

Desde que se dio a conocer este incidente, se ha puesto en marcha una investigación por parte de la Procuraduría de Justicia de Guanajuato para determinar cómo se gestó esta decisión, que podría haber tenido consecuencias mucho peores.

La alcaldesa de la ciudad, Bárbara Botello, anunció reformas para regularizar las autorizaciones a este tipo de eventos.

Según ha trascendido en medios locales, cuatro de las personas afectadas presentarán una denuncia por el delito de "lesiones por intoxicación" ante el Ministerio Público.

El más afectado fue José López del Toro (21), quien está en estado de coma, internado grave en la Unidad de Terapia Intensiva de un hospital privado.