El 99% de estos experimentos son repetitivos y sólo se realizan para justificar becas y patrocinios, o a los efectos de la publicación de un trabajo buscando notoriedad. Estos experimentadores desprecian los impresionantes "bancos de datos" que ya existen y gracias a los cuales se hacen innecesarias estas interminables repeticiones de experimentos que en su mayoría no son extrapolables al ser humano y en algunos casos suponen un freno al avance de la ciencia (como sucedió en el caso de la talidomida)