6. Mbosi, Tanzania
Descubierto en 1930. En su momento los pueblos indígenas creían que era una piedra sagrada, pero este gigante de Tanzania es una gran roca con un peso estimado de unas 16 toneladas. Al igual que pasó con muchos otros meteoritos, no hay indicios de cráter en su entorno, lo que puede indicar que rodó como una roca después de aterrizar o simplemente se puede afirmar que ha estado aquí durante miles de años.