La carretera que conecta Kandahar, la ciudad sureña afgana, y la capital Kabul, fue costosa de construir y se convierte en un símbolo de la reconstrucción de Afganistán. Sin embargo ahora es envuelto de la muerte y se ha convertida en un verdadero "camino de la muerte".

Se ha informado de que, desde la ceremonia de la inauguración de esta carretera en el año 2003, este camino desempeñó un papel importante en la reconstrucción de la infraestructura social y la económica de Afganistán. Sin embargo, igual que esta carretera, de 300 kilómetros de largo, está cubierta de cráteres y vehículos restos, la esperanza de la paz del pueblo de Afganistán es cada vez más cicatrizada. Actualmente no hay cifras exactas sobre las víctimas, pero se estima que decenas de heridos en los ataques este año aquí. Hay cientos de heridos en los últimos años.

Para los occidentales, esta carretera siempre como las pesadillas. Además de las amenazas de tiroteos, robos y bombas en la carretera, tienen que enfrentar al peligro de ser secuestrada por la gente. Cualquiera de los ricos, especialmente los extranjeros, son más posibles de convertirse en un objetivo secuestrar.