(SPANISH.CHINA.ORG.CN) - El festival de Medio Otoño se acerca y nuestros pensamientos culinarios se vuelven hacia los deliciosos ‘yuebing’ o ‘pasteles de luna’. Tomados tradicionalmente con té, estos exquisitos postres alcanzan el summum culinario emparejados con algunos vinos apropiados.

Antes de hablar de la combinación de vinos y pasteles de luna, echemos un vistazo a la fascinante historia de los yuebing.

Pasteles antiguos

El primer registro escrito sobre el Festival de Medio Otoño se halla en la obra “Los ritos de Zhou”, una colección de rituales de la dinastía Zhou Occidental (siglo XI a.C. -770 a.C.), hace tres mil años. Muchos historiadores creen que el festival es incluso más antiguo y data de las dinastías Xia (siglos XXI-XVI a.C.) y Shang (siglos XVI-XI a.C.)

Las primeras referencias a los yuebing datas de hace 1.500 años, pero muchos creen que eran un regalo popular en las festividades ya en la dinastía Zhou occidental.

La evolución de los pasteles de luna a través de la historia sigue siendo un misterio, pero no su importancia en la cultura china. Los yuebing también tienen fama de haber ayudado a derrocar la dinastía mongola Yuan (1271-1368), cuando los leales a la anterior dinastía Song (960-1279) anhelaban derrocar a lso mongoles y, conscientes de que sólo la etnia Han comía yuebing, idearon un plan para ocultar mensajes dentro de los dulces, en los que se instruía a los chinos Han a que se rebelaran en masa contra los gobernantes extranjeros en el decimoquinto día del octavo mes del calendario lunar chino. El éxito de la rebelión conllevó el establecimiento de la dinastía Ming (1368-1644). Desde entonces, los yuebing han sido una parte esencial del Festival de Medio Otoño.

Pasteles de luna dulces

El pastel de luna más popular es el que tiene pasta de semilla de loto o de frijol rojo, lo que los convierte en perfectos para combinar con vinos dulces o semidulces. Sin importar cómo sea la masa exterior, el vino acentúa los sabores naturales y facilita la digestión.

Un vino semiseco, champaña o espumoso, con el dulzor para complementar el relleno pero también la acidez para limpiar el paladar, resultan perfectos.

Igualmente buenos para los pasteles de luna son el ligeramente espumoso Moscato d’Asti y los vinos del norte de Italia, con sus aromas perfumados y sabores dulces afrutados que aportan un frescor que limpia el paladar del denso relleno del yuebing.

Pasteles de luna salados

Estos vinos de Piamonte son también perfectos para los yuebing con rellenos salados, como dátiles, nueces, frijol mungo, semillas de calabaza, almendras y otros ingredientes.

Las sabrosas cualidades de los yuebing salados los hacen perfectos para vinos de medio cuerpo con tonos moderados y buena acidez. Los pasteles de luna salados, en especial los rellenos de manteca, mejoran con un vino tinto apropiado. Si el yuebing lleva carne, huevo salado o relleno de nueces, el vino aportará cualidades al sabor y ayudará en la digestión.

Pasteles de luna modernos

Además de los tradicionales, hay un gran número de nuevas creaciones y estilos en los yuebing, que han ido incorporando nuevos ingredientes y técnicas. Taiwán es uno de los lugares donde estas vanguardias se desarrollan con más intensidad, incorporando ingredientes como el té verde, chocolate, taro o incluso tiramisú. Los restaurantes de moda y hoteles de la isla venden paquetes de regalo bien decorados con yuebing de estilos más modernos.

Algunos pasteles de luna están completamente elaborados con helado o con chocolate, lo que lleva a algunos tradicionalistas a afirmar que no son auténticos yuebing.

En estos casos, lo mejor es jugar seguro y combinarlos con un vino dulce reforzado como el oporto o el jerez, que son los más flexibles y combinan mejor con una amplia gama de dulces.

Ahora, sal a contemplar la luna y disfruta de los yuebing y el vino.