Hay dos elementos especialmente llamativos de este carnaval: que se celebra en agosto y el color pálido de la piel de muchas de las chicas que portan el traje de plumas, a pesar de su ambiente caribeño. Y es que se celebra en Londres, en el cosmopolita barrio de Notting Hill, y en una época del año bastante más proclive a la muestra de zonas corporales que el frío y húmedo febrero británico.