Tras los crímenes de la semana pasada, la policía de Chongqing envió a varios miles de agentes para una caza por toda la ciudad, prometiendo una recompensa de 500.000 yuanes (78.000 dólares) para cualquiera que proporcionara pistas sobre el paradero del criminal, vivo o muerto.
Zhou era sospechoso de estar implicado en una serie de robos y balaceras desde 2004. Desde entonces, las autoridades habían ofrecido más de 5 millones de yuanes en todo el país como recompensa por su captura, según fuentes policiales.