Arqueólogos mexicanos desenterraron una antigua cocina maya en la Península de Yucatán que se cree tenga más de 1.200 años. Esta cocina del siglo VIII contenía cientos de utensilios usados para preparar diferentes platos para la clase gobernante de la misteriosa civilización.
Excavaciones en la zona arqueológica Kabah permitieron el más reciente hallazgo en la antigua área residencial de la élite maya. Equipada con cientos de artefactos de piedra, platos, cerámicas y un fogón, la cocina brinda a los arqueólogos una rara oportunidad de adentrarse en los hábitos dietéticos de la antigua civilización.
La arqueóloga Lourdes Toscano precisó que "aproximadamente en esta área se encontraba el fogón. Podemos apreciar que estaba rodeado por piedras lisas usadas para triturar el maíz y es además el lugar donde encontramos el mayor número de artefactos litúrgicos, por lo que podemos suponer que cerca había alguna mesa en la que se preparaban los animales para ser cocinados aquí”.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México considera que esta gran cocina servía a la clase gobernante de la antigua civilización y se usaba para preparar banquetes para las celebraciones.
Para Lourdes Toscano “no se trata de un área común destinada a la preparación de alimentos porque en este caso se hacía a gran escala como suele ser en una cocina real".
La zona arqueológica Kabah fue declarada parque estatal en 1993 y desde entonces ha desvelado pistas sobre cómo vivían los antiguos mayas.
Los mayas construyeron grandiosos templos y elaborados palacios en Centroamérica y el sur de México, dominando la región durante más de 2.000 años hasta que abandonaron misteriosamente sus ciudades alrededor del año 900 a.n.e.