En México la celebración de esta fiesta se remonta a más de tres mil años atrás, a las tradiciones de los Olmecas, Zapotecas, Mixtecas, Mexicas, Mayas, Purépechas y Totonacas. En esta festividad, las familias reciben de vuelta a sus difuntos en sus hogares. También visitan las tumbas de sus familiares cercanos en el cementerio, donde los miembros de la familia limpian las tumbas, las decoran con flores, se sientan a disfrutar de la comida e interactúan con las demás familias y miembros de la comunidad allí reunidos.