El doctor Chip Coakley lo encontró en manuscritos en siríaco del siglo V. Y se trata de un símbolo con una forma similar a la de los dos puntos. El siríaco, que llegó a ser el principal lenguaje literario de Medio Oriente, es un dialecto del arameo, lenguaje utilizado entre los siglos III y VIII. Coakley ha estado estudiando el rol de este particular símbolo en textos bíblicos.
Y su investigación parece probar que aparecía al comienzo de las oraciones que eran preguntas. El académico asegura que el signo, conocido por los estudiosos como zagwa elaya, podría haber servido de recordatorio a quien leyera la Biblia en voz alta para que use una entonación de interrogación.
Eso lo convertiría en el ejemplo más antiguo del concepto del signo de interrogación. En latín o griego, por ejemplo, no apareció hasta el siglo VIII.