El crisantemo es una de las flores más famosas de China, donde se puede encontrar en cualquier sitio. Es muy rica en variedades y tiene una fragancia suave y delicada, además de asombrosas propiedades. Debido a que es una flor muy común y también una comida medicinal, los chinos han conservado la practica de tomar crisantemo desde hace miles de años. El crisantemo blanco es el que se añade al té, mientras que las hojas de la flor se añaden también a veces a la mezcla.
La variedad más famosa de todas son la que crece en Hangzhou, más exactamente en la ciudad de Tongxiang, en Zhejiang, y el crisantemo de tributo de Huizhou, que crece en el monte Huang. Este último en particular, es la bebida más saludable ya que al crecer en la alta montaña no está contaminado en absoluto. Al escoger la flor, muchos prefieren los crisantemos más blancos y granes, aunque sin embargo la mejor elección son los crisantemos más pequeños y amarillentos, y más feos.
El efecto del te de crisantemo está recogido en el libro compendio de la medicina china: está ligeramente frío por naturaleza, el sabor es dulce y libera el viento caliente del cuerpo, eliminando el la hiperactividad del hígado, y mejorando la visión. La medicina moderna también ha demostrado sus propiedades curativas, como que puede ayudar a reducir la presión sanguínea, eliminar células cancerígenas, expandir la arteria coronaria y prevenir contaminación bacteriana. Un consumo continuado puede ayudar a incrementar los niveles de calcio y regular la función del miocardio, así como a reducir el colesterol, por lo que es especialmente bueno para gente en edad madura. Es bueno para la vista, previniendo la conjuntivitis y los ojos rojos. Además, su aroma es rico y refrescante, lo que ayuda a relajarse y eliminar el dolor de cabeza.