Veintinueve niños chinos de las provincias de Yunnan, Sichuan y Shandong, rescatados por la policía, después de ser vendidos por sus padres, regresaron a vivir con las personas que los habían comprado, porque no fue posible encontrar a sus padres biológicos, reportó Shandong Business News.
Recientemente la policía de la ciudad de Liaocheng, en Shandong, desarticuló dos bandas que se dedicaban a la venta de bebés y sus 45 miembros serán sometidos a juicios en los que pudieran ser condenados a penas que van desde los 18 meses de cárcel hasta la cadena perpetua.
Sin embargo, la policía admitió que no tuvo más alternativa que enviar a los 29 niños con los padres que los habían comprado, con el objetivo de evitar que se convirtiesen en huérfanos, porque sus verdaderos padres no pudieron ser localizados.
“No tenemos otra opción”, dijo Yin Guangguo, jefe del grupo de la Policía Criminal de Liaocheng, quien agregó que “son los mejores lugares que podemos encontrar para esos niños”.
Yin comentó que algunas mujeres venden a sus hijos en las provincias Yunnan y Sichuan como una forma de vida. Ellas reciben de 5.000 a 6.000 yuanes (771 dólares) de los corredores, que luego venden a los pequeños por 40.000 yuanes, si se trata de un niño, y 20.000 yuanes, si es una niña. “Para estos padres es como vender gatos o perros”, subrayó Yin.
Aunque la policía puede localizar a los padres biológicos a través de los exámenes de AND, generalmente la información que proporcionan los corredores es falsa, o a veces los padres naturales no quieren a sus hijos.
“Los compradores que tratan bien a los pequeños no tienen que enfrentarse a la justicia”, precisó Hao Yang, un policía involucrado en el caso.
No obstante, expertos legales temen que con esta política se dé la impresión de que la compra de niños no será castigada.
