La crianza de un niño sin ayuda de ningún tipo, mientras se va al mismo tiempo a la escuela, es una tarea bien difícil para cualquiera.
Pero resulta mucho más desafiante cuando esa persona es también una menor.
Ese es el caso de He Ling, quien tenía apenas 11 años cuando quedó a cargo del cuidado de su hermana menor.
"Perdí a mis padres y mi abuela, de manera que me quedé sola en este mundo con mi hermanita de 5 años. Decidí criarla yo misma”, aseguró.
Nacida en 1988 en una familia pobre de Wanzhou, en la municipalidad de Chongqing, He perdió a su padre a los siete años en un accidente cuando laboraba como trabajador emigrante en la provincia Zhejiang. Su madre regresó a casa con su pequeña hermana y murió a causa de una depresión dos años más tarde.
Su abuela acogió a las dos niñas y comenzó a enseñarles a hacer diferentes cosas, tales como tareas hogareñas y labores agrícolas.
Pero, dos años después, también murió la anciana. Como la pobreza de sus tíos y tías les impedía ocuparse de la crianza de las dos huérfanas, sugirieron la idea de dar a la más pequeña en adopción. Pero He se opuso radicalmente a esa posibilidad.
"Ella es todo lo que me queda y la razón de mi existencia”, manifestó He, quien es sin dudas una persona muy decidida.
Debido a que las niñas no son muy favorecidas tradicionalmente por las familias, especialmente en las zonas rurales más pobres, ella sabía muy bien que podría sucederle a su pequeña hermanita si se entregaba en adopción.
"Las personas en la aldea son muy prácticas", comentó He. "Ellos podrían adoptar a mi hermana porque se convertiría muy pronto en una ayuda. Eso podría darle la oportunidad de sobrevivir, pero no creo tendría muchas oportunidades de ser tratada bien, para ya no mencionar la posibilidad de recibir una educación apropiada”.
Las niñas vivieron de la comida que dejó almacenada la abuela, cultivaron vegetales, recolectaban hierbas silvestres para vender a las farmacias chinas locales, y alrededor de una vez al año recibían un subsidio del gobierno local.
"Cuando nos quedábamos sin comida, los familiares y los vecinos nos daban un poco de carne y granos”, precisó He.
La mayor parte del tiempo, las hermanas subsistían por sí mismas.