La realización de este peinado era complicada: primero, se peinaba el cabello hacia atrás; luego, se ataba firmemente al cuero cabelludo con un trozo de hilo; luego, se giraba el pelo varias veces para que no quedara suelto antes de enrollarlo en un moño en la parte porsterior de la cabeza; finalmente, se fijaba el moño con una horquilla en forma de U y se envolvía con una redecilla.
Las mujeres mayores o con menos pelo llevaban también moños falsos hechos con pelo auténtico. Debido a la complejidad del proceso, las mujeres de las familias ricas disponían de criadas de mediana edad procedentes de familias pobres, que les fijaban el peinado.