(SPANISH.CHINA.ORG.CN) - Sus ojos violeta fueron uno de los mayores símbolos de los años dorados de Hollywood, aquella época en la que la Meca del cine estuvo poblada de leyendas vivientes. Una época que se cerró ayer, a la par que sus ojos violeta. Ha muerto Elizabeth Taylor.
La actriz, nacida en Londres de padres estadounidenses en 1932, ganó dos premios Oscar en su carrera, y estuvo nominada en otras tres ocasiones. Su belleza es uno de los referentes indiscutibles de la historia del celuloide, junto con otros nombres como Hepburn, Garbo, Bacall o Dietrich.
Saltó a la fama con la película ‘Fuego de Juventud’, junto con Mickey Rooney. Fue solo el primer paso en una carrera en la que acumuló más de 50 filmes, en los que interpretaba a mujeres de carácter, revolucionarias y atrevidas.
Su filmografía está adornada con joyas como ‘Gigante’ (1956), junto con James Dean y Rock Hudson; ‘La gata sobre el tejado de zinc caliente’, escrita por Tennessee Williams y protagonizada junto con Paul Newman y que la consagró definitivamente como un mito.
Luego llegaron ‘De repente, el último verano’ (1959) y ‘Una mujer marcada’ (1960), por el que logró su primer Oscar. Tres años más tarde rodó una película que marcaría no tanto su carrera profesional como su vida sentimental: en ‘Cleopatra’, en su momento la producción más cara de la historia del cine (19 millones de dólares), conoció a Richard Burton.
Entonces, ambos actores estaban casados, pero el rodaje fue el inicio de uno de los romances más pasionales de Hollywood –el real, no el de celuloide. Ambos se divorciaron de sus respectivas parejas y se casaron en 1964. Diez años más tarde, se divorciaron, pero volvieron a intentarlo un año después, aunque acabaron volviéndose a separar en apenas un año. No obstante, Richard Burton fue el amor de su vida y su historia se prolongaría de una forma u otra hasta la muerte de éste en 1984.