Miles de personas se sumaron a la compra de guerreros de terracota en Houston, Estados Unidos, tras la “obligada” puesta a la venta de dichas figuras por el cierre del museo Forbidden Garden (Jardín Prohibido), hogar de las estatuillas desde que llegaron a territorio estadounidense hace 15 años.

Construido en 1966 y famoso precisamente por la conservación de unas 6,000 réplicas de guerreros de terracota chinos, el museo cerró sus puertas para ceder el terreno a la construcción de una autopista.

Entre las estatuillas destacan unas 50 copias de tamaño real de los guerreros desenterrados en la tumba del emperador Qin Shihuang en Xi'an, provincia Shaanxi, China.

Según destacaron funcionarios de la institución, las figuras más grandes se vendieron en 250 dólares estadounidenses, mientras que las más pequeñas, un tercio del tamaño real, se cotizaron en 100 dólares.

Ben Cornblath, director del museo, precisó que más de 2,300 visitantes se dieron cita a la liquidación del fin de semana pasado, el último que la entidad abrió sus puertas al público.