Cada año millones de viajeros y aficionados al cine van a un pueblo pequeño de Israel, donde se encuentra la tumba de Harry Potter. Sin embargo, dicha tumba no es del conocido personaje creado por J.K. Rowling, sino de un soldado británico común y corriente, quien no hubiera podido adivinar que el lugar en donde descansarían sus restos se convertiría en una atracción turística. El cabo Potter tenía 18 años de edad cuando perdió la vida en combate en el año 1939, tan sólo un año después de su ingreso en el ejército. Su tumba se haya en el cementerio de la ciudad israelí de Ramle. El gobierno local manifestó que hace cinco años había personas que preguntaban por dicha tumba. Entonces, decidieron poner las informaciones al respecto en un sitio web turístico. Posteriormente, un grupo de turistas israelíes limpiaron, bajo la orientación de un guía, todo el cementerio con el propósito de buscar la tumba de Harry Potter. Cuando finalmente la encontraron, entre unas 4.500 tumbas, todos se abrazaron excitadamente y se fotografiaron ante la tumba. Tal asunto elevó la fama del lugar. Hasta la actualidad, la tumba de Potter ha logrado atraer a incontables visitantes a la localidad, convirtiendo el lugar en un sitio turístico de renombre mundial. Un guía expresó que había acompañado a varias decenas de grupos a visitar la tumba. “Aunque el soldado no tiene nada que ver con el personaje de Harry Potter en la novela, su nombre es el mayor punto de atracción”, dijo. Un anciano de 76 años de la localidad afirma: “Si no se hubiera encontrado la tumba de Harry Potter, nadie vendría a este pueblo”.