2. Templo de Cangyanshan (Hebei)
El pabellón Qiaolou es uno de los tres templos colgantes más grandes de China. Tiene un puente de piedra construido en la dinastía Sui, que es de 15 metros de largo y 8 metros de ancho. Lo más llamativo es que en el camino que se dirige a la parte superior del templo, los visitantes pueden experimentar un fenómeno curioso: el color de su piel cambia del amarrillo al verde.
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