MOSTRARLE LA IGLESIA AL PAPA

Antes incluso de la llegada de Benedicto XVI, el arquitecto Bonet manifestó que "el Papa transmitirá un mensaje de espiritualidad y será un importante estímulo para finalizar la obra (…) La construcción demuestra que a través del arte podemos alcanzar la espiritualidad que tanto necesita la gente”.

Aún queda mucho para terminar la iglesia, incluida la construcción de la torre o cimborrio central, de 170 metros de alto. Pero Bonet prometió que no se tardará otro siglo, si los visitantes siguen siendo generosos.

En el pasado, el flujo de turistas era menor y muchas veces la iglesia afrontó problemas para pagar los salarios a los trabajadores, explicó Bonet.

Se maravilla de que la Sagrada Familia ahora reciba hasta 10,000 visitantes diarios que vienen a ver una construcción que todavía no está terminada.

Cuando se complete la obra, el elaborado diseño de Gaudi contará con 18 torres que representan a los 12 Apóstoles, los Cuatro Evangelistas, Cristo y la Virgen María.

Las intrincadas esculturas que detallan la vida de Jesús hacen que el trabajo sea mucho más intenso que lo previsto inicialmente, especialmente porque ahora son más altas. En la actualidad, una parte del trabajo está en manos del escultor japonés Etsuro Sotoo, quien ha trabajado en la construcción durante varios años.

Según Bonet, cuando a Gaudí se le preguntó si la Sagrada Familia sería la última de las grandes iglesias en ser construida, respondió: “No, se trata de la primera en la segunda serie de las grandes catedrales”.

"El templo es único en el mundo. Es la obra de un genio, quien fue también un cristiano ejemplar”, acotó el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach.

Durante su estancia en Barcelona, el Papa se dirigió a los fieles en catalán, un gesto de apoyo para una región que ha luchado por mantener su personalidad cultural y económica respecto a España.

La construcción del túnel del tren de alta velocidad (AVE) bajo la iglesia ha causado temor y polémica por la posibilidad de que dañase la estructura. La Unesco incluso sugirió la posibilidad de retirar el título de Patrimonio de la Humanidad al templo.

Tras la consagración, la basílica de la Sagrada Familia comenzará a celebrar misas ordinarias con una capacidad para 9,000 feligreses.