Los visitantes pueden acercarse al restaurante del templo, donde se sirven platos vegetarianos, algunos de ellos cocinados con nueces de ginkgo.
Delante de las puertas del templo se pueden encontrar vendedores de nueces de ginkgo tostadas. Se cree que estos “frutos de la longevidad” tienen propiedades beneficiosas para la salud y refuerzan la memoria. Con un precio de 30 yuanes el kilo, es un buen recuerdo para regalar a los mayores de la familia de vuelta a casa. Muchos suelen llevarse hojas de ginkgo para usarlas como puntos de lectura.
Los ginkgos tienen una vida extremadamente larga, pero necesitan también de largo tiempo para convertirse en ejemplares adultos capaces de dar frutos. Son conocidos como los árboles “abuelo-nieto”, porque se dice que necesitan de tres generaciones para dar fruto.
El ginkgo es un árbol poco común en el mundo, pero es fácil encontrarlo en los campus universitarios y grandes calles de Beijing, especialmente en las áreas de Chaoyang y Zhongguancun.
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