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El pasado 11 de septiembre es el centésimo día que llevó en la cápsula de simulación Wang Yue, voluntario chino sometido a un experimento de vuelo al Marte, simulando que la nave se había alejado 16 millones de km de la Tierra. Al comentar de su reciente vida de experimento, dice en un correo electrónico: “Estoy cada vez más atareado ya que me toca una gran cantidad de trabajo, pero me esforzaré por ajustarme en lo físico y lo psíquico.”
El intérprete del equipo chino, Wang Yongsheng, expresa que debido a que el ensayo ha llegado a la temporada pico, a veces Wang Yue y los otros voluntarios se acuestan muy tarde. Aparte de los trabajos básicos como la recogida de sangre, saliva y orina y la extracción de ADN, ellos realizan por lo menos tres experimentos importantes a diario, por lo que han reducido el tiempo de descanso y recreo e incluso han suspendido la actividad de una banda multinacional formada por los propios voluntarios. Hasta ahora, ellos han desarrollado más de diez experimentos importantes, por ejemplo la investigación del estado psicológico en el ambiente de la soledad, la de la reacción fisiológica del sistema cardiovascular, así como el entrenamiento de la capacidad física. Días antes, a Wang Yue le hicieron además una ultrasonografía cardiaca de color.
La instructora psicológica de astronautas,Liu Fang, dice que las personas son propensas a sentirse fatigadas psicológicamente en la prueba de encierro hermético de aproximadamente tres meses, y pasan de la novedad y curiosidad en el comienzo a sentir impaciencia y todo tipo de desacomodos. Por eso, el equipo de expertos chinos ha intensificado el apoyo a Wang Yue en lo psíquico. Le escriben cartas periódicamente, le ofrecen asesoramiento psicológico, le informan a tiempo de cómo están sus familiares, también le envían correos electrónicos con historias de serie en dibujos, etc.
Wang Yue dice que lo que hace sin falta todos lo días es abrir el buzón electrónico y leer las noticias de prensa, especialmente deportivas. El equipo de experimento de la parte china le descarga y envía noticias en chino diariamente con el propósito de ponerle al tanto del mundo exterior y, por otro lado, para evitar que se sienta solitario en un ambiente aislado del habla china durante largo tiempo y ayudarle a aliviarse de la presión. Wang cuenta en una carta que se siente bien, y ha remitido desde la cápsula fotos de recreo tomadas por él mismo, en las que se ve bastante animado.
En la actualidad los voluntarios se turnan rotativamente en la guardia. A Wang le toca un turno cada seis días, a cargo de supervisar la temperatura y la humedad de la cápsula y de dar informes oportunos al salón de mando en tierra. En cuanto a sus necesidades de vida cotidianas que interesan a muchos internautas, por ejemplo cómo bañarse y mudarse de ropa, Wang Yue contesta que se baña en agua caliente más o menos cada diez días, y que envía las ropas sucias y las basuras afuera por un conducto especial. Se alimenta tres veces al día, principalmente con conservas de Rusia y Europa. “Las conservas son insípidas, al principio las encontraba extrañas, pero ahora ya estoy acostumbrado”, explica Wang, quien añade que los voluntarios extranjeros han cogido el gusto de beber té chino y esperan que se les traiga más.