Alia (izquierda) y Sahra Malik
Foto: Guo Yingguang
"Poco a poco empecé a aprender más sobre abejas y miel, y empecé una línea de mieles especiales que reflejaban mi interés por ayudar a las comunidades rurales a través del comercio justo", comentó Alia.
"Tienen la capacidad para producir magníficos productos naturales; el problema es que no los comercializan como deberían y se ven obligados a percibir un bajo precio por lo que producen”, añade Sahra.
Sahra explica que compra café a precios justos, casi cuatro veces el precio normal pagado a los agricultores de café de Yunnan. El proyecto del café ha doblado ya la renta de los agricultores locales desde que empezó.
"Es genial devolver la ayuda a la comunidad local donde empezamos y, de esta manera, tanto productores como nuestra empresa adquieren un desarrollo sostenible”, dijo.
Aparte de trabajar con el principio de comercio justo, las Maliks también introdujeron colmenas para asegurar las prácticas apicultoras orgánicas modernas a las cuales se adhirieron. A principios de año invitaron a dos apicultores de Estados Unidos a ayudarles a entrenar a los productores de miel locales.
"Nuestra idea es darles la oportunidad de mantenerse económicamente por sí mismos", explicó Alia.
Con el nuevo equipo moderno, las abejas pueden ser más productivas y es mucho más fácil para los apicultores recoger la miel.
"Al principio no fue fácil convencer a todo el mundo para usar las nuevas colmenas", ríe Alia, explicando que no quería imponer el cambio, pero que había visto el beneficio en cuanto a costes para agricultores, comunidad y consumidores. “La pobreza sigue siendo un gran problema en las zonas rurales de China y espero que las empresas sociales sean una buena manera de solucionar los problemas económicos y sociales; son especialmente necesarias en China".
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