El fútbol premió hoy al Barcelona, que pese a no jugar un buen partido, mereció pasar a la final de la Copa de Europa al empatar 1-1 frente a un ultradefensivo Chelsea, que sólo supo imponer su poderío físico con un fútbol rácano y pobre.

El Barcelona es un justo finalista, siempre a remolque de los ingleses que se vieron favorecidos por un gran gol de Essien (m9), pero todo el control del partido fue de los azulgranas que no podían con el fuerte y poderoso derroche físico del Chelsea.

Messi y Etoo no entraban en juego, siempre con dos ingleses encima de ello.

El Barcelona no tiró prácticamente a puerta y el meta Valdés realizó varias paradas que eran gol.

En la segunda parte el defensa español Abidad fue justamente expulsado (m65) y el Barcelona recibió un auténtico jarro de agua, pero los azulgranas seguían con fe y mucha ilusión, dominando el partido pese a su inferioridad númerica.

Messi apareció más en el juego e Iniesta también y ya cuando los ingleses daban el resultado como definitivo, vino en los minutos de descuento el gol de Iniesta, convirtiendo a los españoles en una auténtica locura y justamente en un finalista por meritos propios, castigando de esta forma el gris, ultradefensivo y rácano fútbol de los ingleses.

El Barcelona se enfrentará al Manchester en la final de la Copa de Europa el 27 de mayo y se da por seguro que habrá fútbol de muchos quilates. Un Barcelona que no contará con sus laterales Abidal, hoy expulsado, y Alves,que vio una nueva tarjeta y le impedirá estar en ese partido de la final de la Copa de Europa.