Fotos del día Arte y Cultura Moda |
Escríbanos |
Cultura
En China, pocos lugares pueden compararse con la montaña de Wuyi: en efecto, a los pintorescos paisajes vienen a sumarse en este lugar los enclaves culturales de interés turístico; pero lo más valioso es, sin duda, su riqueza, multiplicidad e idiosincrasia cultural.
El estudio de las tumbas, las tablas de puentes y otros vestigios encontrados en los precipios de la montaña de Wuyi permiten afirmar que en el neolítico nuestros antepasados ya habitaban el suroeste de China. Según los datos históricos, hace 3.800 años en la montaña de Wuyi había 187 templos, monasterios, palacios y otras construcciones budistas, taoístas y confucianas, lo que da una idea de la diversidad cultural de esta zona.
Un antiguo proverbio chino dice: "Lugar donde han estado personajes o que los ha producido"; este proverbio puede aplicarse perfectamente a la montaña de Wuyi, lugar del que han salido numerosos eruditos chinos. No es de extrañar, pues, que en esta montaña haya varios lugares de interés histórico y cultural, como las ruinas de Ziyang y las esculturas rupestres labradas en el precipicio de Moyan. Además del célebre teórico Zhu Xi y del gran poeta de la dinastía Song Liu Yong, a lo largo de la historia varios afamados intelectuales chinos, entre ellos Hu Anguo, Fan Chongyan, Lu You, Xin Qiji y Xu Xiake, han compuesto versos de elogio a esta montaña.
De la ciudad del rey Minyue, levantada en tiempos de la dinastía Han del Oeste, es decir, hace más de dos mil años, quedan restos de las residencias de los funcionarios y los nobles de la corte, así como de viviendas del pueblo llano. En estas ruinas, todas ellas bien protegidas, se han desenterrado incontables y valiosísimas reliquias de la dinastía Han. Entre ellas sobresalen las tuberías de cerámica de trazo cuadrangular que formaban parte del sistema de suministro de agua y desagüe de los baños para uso de la corte. Se trata de unos baños que destacan no sólo por la singularidad de su estructura, sino por ser los más antiguos y completos de China. En este lugar se han desenterrado asimismo incontables objetos de valor histórico, como piezas de cerámica, inscripciones sobre este material y caligrafías.
Las viviendas del pueblo, que constituyen una parte principal de la antigua cultura de la montaña de Wuyi, son representativas del pueblo de Xiamei, que se encuentra 15 kilómetros al sudeste de dicha montaña. En este pueblo se conservan en perfecto estado numerosas edificaciones de la dinastía Qing, caracterizadas por la delicadeza y la calidad de su construcción y sus ornamentos, rasgos que revelan tanto el cuidado puesto en la estructura arquitectónica y en las esculturas y las pinturas con motivos de flores, aves y personajes de cuentos, como la habilidad para adaptarse a las condiciones de la luz, la lluvia y el viento.
Como suele suceder en los pueblos del sur de China, por Xiamei corre un arroyo con casas edificadas en ambas orillas y con largos bancos de madera donde los aldeanos se sientan para descansar y charlar.
El té del precipicio de la montaña de Wuyi es un elemento de notable interés turístico y cultural. En las zonas urbanas de la ciudad de Wuyishan se ven por todas partes casas y puestos de té en los que ondea un gran banderín donde figura el carácter chino que significa "té". Los habitantes de Wuyishan conceden mucha importancia a los juegos de té, tanto es así que no hay familia que no tenga un delicado juego de té. Se dice que en las oficinas también se preparan juegos de té para agasajar a los visitantes.
La población local es muy exigente en lo tocante a la forma de beber este té, ya que su elevada calidad lo hace merecedor de un trato especial. Este tipo de té crece en un precipicio de la montaña de Wuyi cubierto por nubes y nieblas durante todo el año, sobre un suelo arenoso no abonado que cuenta sólo con los nutrientes aportados por la naturaleza. Con las diferentes formas de preparar este té se consiguen diferentes sabores, cada uno con sus características propias.
La combinación del té con el turismo ha despertado en los turistas que visitan esta zona el interés por comprar y consumir este producto. El té Dahongpao es un variedad local de té tradicional. Cuenta la leyenda que el emperador Kang Xi de la dinastía Qing enfermó y durante mucho tiempo no se le pudo curar; finalmente se le le ofreció en un banquete té del precipicio de la montaña de Wuyi; al beberlo, el emperador Kang Xi se curó inmediatamente; acto seguido, el emperador se quitó su casaca roja y ordenó que se colocara en un arbolillo de té de la montaña de Wuyi. Desde entonces, esa variedad de té pasó a llamarse Dahongpao.
Según la presentación del departamento turístico local, el té Dahongpao crece en un precipicio del valle de Jiulongchao, lugar con condiciones muy favorables para el cultivo de té de elevada calidad. Por este motivo, cerca de este lugar se ha construido un quiosco de té para que los turistas puedan contemplar el arbolillo de té, probar esta infusión aromática y desgustar el huevo duro al té. Desde luego, el té que toman los turistas en ese quiosco no es el té Dahongpao, puesto que su producción anual es de sólo dos kilos anuales. Por lo tanto, mientras visitan el lugar original del té de Dahongpao, los turistas beben té corriente.
|
Imprimir | Enviar |
Corregir | Agregar a favoritos |