El tema musical Recuerdo, que en una parte es cantado en chino, constituye el nuevo punto reluciente de la obra, para lo cual Francisc Anlina dedicó tres meses de práctica en su casa, tras conocer de las presentaciones en Beijing, con el propósito de dominar la letra en mandarín. Durante la actuación en Macao, esta parte tuvo una especial acogida, pues era la primera ocasión en que era interpretada en este idioma.