Cuando el reloj de la cuenta regresiva, ubicado frente al Museo Nacional de China, llegó al momento exacto de la cuenta regresiva de un año, los fuegos artificiales iluminaron el cielo antes de que el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, entregara las cartas de invitación para las Olimpiadas de Beijing a los diversos Comités Olímpicos Nacionales (CON).