De acuerdo con el director, el proceso inicial de formación comenzó tras la misión Shenzhou VI en 2005, con decenas de trabajadores inmersos en un programa de cuatro horas diario.
"En comparación con las dos misiones tripuladas anteriores, la misión Shenzhou VII, en la que se incluirá un paseo espacial, es más compleja. Hemos estado organizando la formación en concordancia con los nuevos requisitos y aprendiendo a trabajar con el nuevo equipamiento de la nave y a afrontar cualquier posible dificultad", indicó Yao.