Antes de la invención de la imprenta se usaban libros copiados a mano. En la dinastía Tang (618—907 d. C.) se inventó la xilografía, método que consiste en grabar la escritura en una plancha de madera y, luego, al embadurnarla de tinta y aplicarle un papel, se obtendrá un impreso. La imprenta de tipos móviles no se inventó hasta el siglo Ⅺ por Bi Sheng, de la dinastía Song del Norte (960--1279). Los tipos de entonces eran hechos de arcilla y, siendo móviles, podían reemplearse en la impresión de otros libros una vez terminada la primera tirada. Esta imprenta de tipos de arcilla preparó el terreno para la de tipos de plomo que vino más tarde.