Un hombre de 27 años que fuese el primer chino en someterse a un transplante del intestino delgado se ha casado, ocho años después de la operación.
A Yang Feng, de la provincia central de Henan, se le diagnosticó diverticulosis, una grave enfermedad intestinal, cuando era apenas un bebé y durante su niñez tuvo que consumir habitualmente antibióticos para evitar inflamaciones.
Con 18 años le extirparon casi 500 centímetros de su intestino delgado, casi el 90 por ciento, lo que le provocó graves problemas digestivos.
Un año después, en el Hospital Xijing de Xi'an, capital de la provincia de Shaanxi (noroeste), se sometió a un transplante de intestino delgado procedente de su padre, a pesar de que le advirtieron que toda la experiencia de los médicos se reducía a pruebas con cadáveres.
La operación se llevó a cabo en mayo de 1999 y en ella participaron 60 médicos.
Ocho años después la salud de Yang y de su padre es buena, a pesar de que el joven debe tomar medicamentos a diario, explicó Wang Weizhong, un cirujano del hospital.
"Pero se trata de pequeñas dosis que tienen pocos efectos secundarios. No veo ningún problema en que la pareja tenga un hijo ", afirmó Wang.
Li Yali, la mujer de Yang, fue su compañera en el colegio y ha sido testigo de su vida. "Siempre pensé que se recuperaría y que llevaría una vida normal", expuso en la boda de ayer sábado.
Fan Daiming, profesor de la Academia de Ingeniería de China, afirmó que el caso de Yang es un milagro, ya que este tipo de transplantes son los más peligrosos y muy pocas personas sobreviven a ellos.
Yang trabaja actualmente en el hospital de Xi'an como limpiador.
(29/01/2007, Agencia de Xinhua)
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