El Instituto Cervantes de Beijing ha presentado hoy en sus instalaciones la última edición en chino del Quijote, traducida por el prestigioso hispanista Dong Yansheng, como parte de las actividades culturales para celebrar la apertura del centro. Dong Yansheng, catedrático de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, ha presentado las particularidades de la segunda edición de su traducción y ha analizado la relevancia de la figura universal de don Quijote de La Mancha, tanto para la población china como para toda la sociedad. Dong Yansheng, cuyo trabajo fue reconocido en el 2000 con la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica, cuenta, a sus 69 años con una extensa experiencia en el estudio y la enseñanza de la lengua y la cultura hispana. En 1995, publicó "tras más de tres años de dedicación casi exclusiva" la primera traducción de "El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha", vertida directamente de la lengua española a la china. "Para mantener la calidad del texto es fundamental una traducción basada en el original, y no en sus traducciones al inglés o francés, como se venía realizando desde que apareciera la obra por primera vez en chino, en 1922, si bien anteriores traductores han criticado mi trabajo." La edición presentada hoy es el fruto de una cuidadosa revisión del trabajo realizado diez años atrás e incluye diversos estudios de hispanistas reconocidos, entre ellos el propio Dong, así como de una adecuada selección de ilustraciones de las numerosas peripecias vividas por el universal manchego. En lo relativo al papel que debe jugar el Instituto Cervantes en la promoción de la lengua y la cultura hispanas, el experto considera que su presencia puede contribuir en gran medida al fortalecimiento de la disciplina en China. Sin embargo, Dong alerta ante las posibles aproximaciones excesivamente teóricas, en las que el modelo de actuación viene prefigurado, sin considerar las peculiaridades de la región en la que se pretende actuar. "Para poder tener una influencia real en las universidades y la población china, es imprescindible acercarse a observar la realidad, detectar las necesidades en primer lugar, para luego diseñar la actuación." El hispanista chino lamenta la escasa atención prestada hasta el momento desde el continente europeo y americano a la literatura china, ausente de las librerías occidentales o integrada dentro de marbetes como esoterismo o seudo-religiosidad. "Ya de niño, yo conocí la figura de don Quijote, si bien mi inclinación por el estudio del español surgió fruto del azar. En la actualidad, la obra es conocida por el pueblo chino, aunque evidentemente no se trata de un conocimiento en profundidad." "Por otra parte, la influencia del Quijote en China es especialmente relevante entre las clases con una mayor formación académica, para quienes no es extraño el empleo de expresiones como 'quijotadas' o 'quijotesco' para designar a quienes muestran un espíritu especialmente idealista." Es este idealismo el valor que Dong reclama para la sociedad moderna, "asistimos a una paulatina deshumanización del hombre, que se va volviendo un mero animal económico". Dong señala la necesidad de recuperar modelos basados en la permanencia de valores y principios morales que combatan a una sociedad "sanchesca", interesada exclusivamente por la riqueza. "Ya es hora de poner algunos contrapesos, entre ellos, el idealismo quijotesco, puesto que una sociedad desprovista de aureola idealista acabará hundiéndose en un abismo sin redención posible." "Cuando Sancho Panza se queda sin Quijote, se rompe aquella armonía en que los dos formaban una pareja complementaria." La ruptura de esta relación de fuerzas lleva a Dong a plantearse qué será de una sociedad donde, faltando don Quijote, permanezcan tantos entuertos sin "desfacer". "De una cosa estamos seguros: un mundo compuesto exclusivamente por sensatos y listos, con los locos y los tontos desterrados, es un mundo, no sólo monótono, sino siniestro". Pero también el ejemplo contrario es rechazado con vehemencia, resaltando la necesidad de mantener el mencionado equilibrio de fuerzas. "El idealismo es a la vez necesario y peligroso, como muestran sobradamente todas las magulladuras de don Quijote". "Por eso siempre hace falta la presencia de los Sanchos para refrenar con perspicacia pragmática estos impulsos." "Y entonces sucede un fenómeno muy interesante: tirado por Sancho en una dirección y por don Quijote en otra, el carro arranca hacia un rumbo que ninguno de los dos se imaginaba". (17/07/2006, CIIC-Agencia de Xinhua) |