En vísperas del centenario del
natalicio del líder chino Deng Xiaoping, celebrado el 22 de agosto,
Dimitri Smirnov, director del Centro de Estudios del Lejano Oriente
y de la Historia y la Cultura de la China Contemporánea,
subordinado a la Academia Rusa de Ciencias, concedió una entrevista
a nuestro corresponsal en Moscú. En ella, Smirnov elogió vivamente
a Deng Xiaoping por sus importantes contribuciones a la reforma y
la apertura de nuestro país, la paz y la estabilidad mundiales, y
el desarrollo de las relaciones entre Rusia y China.
Smirnov, uno de los más destacados
representantes de la nueva generación de expertos rusos en asuntos
chinos, es autor de Formación de las bases para la ideología de la
modernización de China: de Mao Zedong a Deng Xiaoping.
En su opinión, como arquitecto
general de la política de reforma y la apertura al exterior, Deng
hizo grandes aportes al desarrollo de China. Fue él quien, además
de concebir dicha política, la llevó a la práctica: "Bajo la
dirección de Deng y su teoría, en el último cuarto del siglo XX
China ha registrado un desarrollo duradero, rápido y sostenido que
no se ha limitado a la esfera económica, sino que se ha extendido a
todos los ámbitos. Gracias a este desarrollo, el nivel de la vida
del pueblo chino no ha dejado de elevarse. Cabe decir que Deng ha
sido una de las figuras políticas más destacadas de la historia de
China y uno de los jefes de Estado más sobresalientes del mundo
contemporáneo. Pero lo más importante es que además de haber hecho
extraordinarias contribuciones al crecimiento económico de China y
al bienestar del pueblo, Deng dejó sentada una sólida base para el
desarrollo permanente del país. En la China de hoy, la economía, la
educación, la ciencia y la tecnología están progresando de manera
espectacular. Si se mantiene el ritmo actual de desarrollo, dentro
de unos años China habrá logrado su objetivo de construir una
sociedad modestamente acomodada.
Al referirse a la influencia y la
significación de los principios de Deng, Smirnov dijo : "A finales
de la década de 1970, Deng, partiendo de los intereses
fundamentales del Estado, elaboró una política reformista y
aperturista dirigida a mejorar las condiciones de vida del pueblo.
La aplicación de esta política exigía un entorno internacional
presidido por la paz y la estabilidad. Actuando en consecuencia,
propuso el seguimiento de una política dirigida a fomentar la paz y
el desarrollo. En mi opinión, gracias a Deng y sus políticas, desde
fines del siglo pasado hasta el presente China ha desempeñado una
importante función estabilizadora. China sigue aplicando esas
políticas y continúa haciendo aportes a la paz y la estabilidad
mundiales. La base de todos ello proviene principalmente de Deng y
su teoría".
En lo tocante a las relaciones
sino-rusas, Smirnov opina que la normalización de las relaciones
entre China y la antigua Unión Soviética fue posible en buena
medida gracias a la dirección de Deng. Este hecho reviste especial
importancia tanto para China, la antigua Unión Soviética y la Rusia
actual como para sus respectivos pueblos: "La tensión en las
relaciones bilaterales obligaron a ambas partes a derrochar una
energía muy valiosa. A comienzos de la década de 1980, después de
que Deng Xiaoping accedió a la presidencia, gracias a los esfuerzos
mancomunados de ambos países se percibieron indicios de distensión
en sus relaciones y ambas partes dieron pasos tentativos hacia la
normalización de sus relaciones, reestablecidas formalmente en
1989. En una entrevista con Mikhail Gorbachev, por aquel entonces
presidente de la Unión Soviética, Deng Xiaoping declaró que ambos
países deberían poner punto final al pasado y abrir el porvenir.
Estas palabras tuvieron una profunda repercusión en el desarrollo
de los vínculos económicos, políticos y culturales bilaterales, así
como en la situación mundial."
El investigador ruso Smirnov agregó
que la confrontación mantenida por China y la antigua Unión
Soviética durante dos décadas fue un factor de inestabilidad. En
los 15 años transcurridos desde su normalización, las relaciones
sino-rusas se han desarrollado de manera sana y sin altibajos. Hoy
en día, las relaciones políticas y económicas bilaterales son
excelentes. Todos ello es consecuencia de la normalización de las
relaciones entre China y la ex Unión Soviética conseguida en
tiempos de Deng. El desarrollo fluido de dichas relaciones es de
gran importancia para el mantenimiento de la paz y la estabilidad
mundiales".
|