Para Liu Yongxing, presidente del
Grupo Esperanza, que ya cuenta con 20 años de fundado, la planta es
su esperanza del milenio -- y la esperanza de los granjeros chinos
"me hace a hombre más rico de China, y produce dinero para los
campesinos," dijo el hijo del granjero en una entrevista con
Xinhua. Valorada en mil millones de dólares, la planta, que produce
principalmente forrajes, es la compañía privada más poderosa de
China. Por espacio de varios años, uno de los trabajos de Liu ha
sido pintar los anuncios a lo largo de cada carretera importante en
el campo: "Utilice el forraje de Esperanza, y sus cerdos crecerán
más fuertes y engordarán más." Para el año 2000, el magnate hecho a
sí mismo de 54 años de edad, había establecido 100 fábricas
procesadoras de alimentos en toda China. Forbes, revista
norteamericana, consideró a Liu como el hombre más rico en la China
continental en 2001. Sin embargo, hace 20 años, cuando él y sus
hermanos establecieron su primera compañía, una granja de cría de
codornices, Liu solamente disponía de 1.000 yuanes (120 dólares) de
capital. "Tuvimos que vender nuestros relojes y bicicletas para
adquirir nuestra primera inversión y comprar los encantadores
pájaros," afirma Liu . Pero las cosas cambiaron poco después,
cuando el hábil Liu reconoció el significado de la bio-ecología en
un país donde predomina la agricultura. "Comenzamos a utilizar el
guano de la codorniz para alimentar al cerdo, y a utilizar las
heces del cerdo para alimentar a los peces, y las heces de los
peces para alimentar a las codornices. De esta manera, construimos
nuestra propia cadena biológica, " señala. La diferencia entre la
cadena biológica natural y el modelo de Liu es que Liu utilizó un
ordenador para controlar el proceso. Eso era inusual en el campo.
Pero los granjeros chinos fueron lo bastante inteligentes como para
entender la eficacia del método de Liu, y se entusiasmaron al punto
de solicitarle ayuda. En aquel momento, Liu comprendió que podía
vender su invención. A partir del "descubrimiento del guano de
codorniz" Liu desarrolló su Compañía de forrajes Esperanza, que se
convirtió eventualmente en una marca de fábrica bien conocida en
todo el país, derrotando fácilmente a todos los productos de
forrajes de importación. La receta sigue siendo un secreto bien
guardado. Liu y sus hermanos han dicho adiós a las bicicletas, y
ahora montan en lujosos sedanes, viajan a los países desarrollados
para dar conferencias, y ventilan sus opiniones en las reuniones
parlamentarias de China. Y los granjeros son los mayores
beneficiarios. Han comprado el forraje de Liu y han construido sus
propias pocilgas. "No es un milagro empresarial, sino un resultado
político, estima Liu. La política de reforma y apertura de Deng
Xiaoping fue como un martillo que rompió una inmensa piedra que nos
aplastaba." El grupo Esperanza es como una semilla que crece con la
ayuda del agua fresca de la lluvia desde debajo de los trozos de la
piedra quebrada." Liu recuerda que en la década de los años 70 no
se permitía a las familias criar codornices porque el negocio era
considerado "una expresión de la corrupta economía de capitalista."
Cuenta que su negocio se desarrolló aún más rápidamente después de
que, en 1992, Deng Xiaoping hizo un viaje a la parte meridional de
China, donde se pronunció por dar un mayor impulso al desarrollo
económico. Liu se siente orgulloso ser natural de la provincia de
Sichuan, es decir, la misma provincia donde nació Deng. Liu también
atribuye su éxito a la ciencia. A diferencia de la mayoría de los
granjeros que trabajaban en los campos, Liu era un graduado de la
universidad, especializado en matemáticas. "Sé más sobre lo que
significa la economía del conocimiento que mis coterráneos del
campo," explica.. Liu recibió el título de" mejor empresario
privado de China con el uso de la ciencia y la tecnología,"
otorgado por la entonces denominada Comisión Estatal de Ciencia y
Tecnología. Liu indica que su mayor esperanza es enriquecer a todos
los granjeros chinos y eliminar la brecha entre las ciudades y el
campo. Pero para alcanzar su ambiciosa meta, Liu no está satisfecho
con ser el "rey de los forrajes" en China. En 2001, su grupo dio
los primeros pasos hacia una estrategia global, con la construcción
de dos fábricas de forrajes en Vietnam. "Nos hemos incorporado ya a
la Organización Mundial del Comercio (OMC) ¿Por qué no intentarlo
en la arena internacional? Algún día usted verá a Esperanza en la
Bolsa de Nueva York, " dice el portavoz del granjero.
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