Una de las cosas que más llaman la atención de los extranjeros en Beijing es el "chinglish", mezcla del chino y del inglés.
El Altar Centenario de China es una construcción simbólica concluida en 1999 para conmemorar el nuevo milenio. Sin embargo, una placa erigida frente a la puerta reza "Templo Centenario de China", mientras en otra señal a 50 metros pone "Monumento Centenario de China", con lo que la confusión está servida.
Algunos menús de restaurantes confunden a los extranjeros. Los espaguetis italianos se traducen como "polvo de ideas", debido a la traducción literal de su nombre chino.
En el caso de un tipo de tallarín japonés, la traducción es " freir el invierno oscuro a la manera del sol".
"Para un extranjero que conoce un poco de chino, no es muy difícil entender el "chinglish", puede ser realmente divertido", afirmó Jill, un australiano que estudia en Beijing.
Además, algunas traducciones son terribles. En un menú de un restaurante un plato que lleva pollo se nombra como "pollito sin sexo".
Un pequeño restaurante de tallarines se llama en inglés " restaurante de cara y polvo", porque los dos caracteres chinos de "tallarín" se pueden traducir de manera separada como "cara" y " polvo".
Unos 250 millones de chinos estudian inglés como segundo idioma, según fuentes del Programa de Lenguas Extranjeras de Beijing, que está trabajando para que todas las señales en inglés de la capital china estén bien escritas.
(09/04/2007, Agencia de Xinhua)
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