La legislatura nacional china comenzó ayer las deliberaciones acerca del primer proyecto de la ley de impuestos sobre ingresos corporativos que unificará las tasas impositivas de las compañías extranjeras y nacionales al 25 por ciento.
El proyecto de la ley fue presentado en la 25º sesión del Comité Permanente de la X Asamblea Popular Nacional (APN, parlamento chino), que se celebrará entre el 24 y el 29 de diciembre.
La unificación de los impuestos promoverá una competencia justa entre todas las compañías que operan en el país asiático, tanto las nacionales como las extranjeras, afirmó el día pasado el ministro de Hacienda, Jin Renqing en la reunión.
Los dos diferentes régimenes tributarios sobre ingresos corporativos se establecieron para las compañías nacionales en 1991 y para las extranjeras en 1993. Éstas últimas han venido disfrutando de una carga impositiva más baja.
Actualmente, las compañías chinas pagan los impuestos sobre ingresos a una tasa nominal del 33 por ciento, mientras las extranjeras, que se beneficia de una política estimulante para animar la inversión extranjera en China, sólo paga un promedio del 15 por ciento.
Aunque en realidad, estas cifras suponen el 24 por ciento y el 14 por ciento para las firmas chinas y extranjeras, respectivamente, tras aplicar diferentes incentivos y exenciones fiscales.
La actual desigualdad supone una desventaja para los empresarios chinos, quienes se enfrentan a una feroz competencia desde que China entró en la Organización Mundial de Comercio en 2001."Como el actual sistema tributario es muy complicado, necesitamos unificar las tasas tributarias sobre ingresos corporativos", indicó Jin.
El proyecto de ley propone que la tasa de impuestos tanto para las compañías nacionales como para las foráneas sea del 25 por ciento, tasa aplicada en otros países y regiones y en el mercado internacional.
Según el proyecto, los impuestos sobre ingresos para las compañías pequeñas se limitarían al 20 por ciento. Actualmente, dependiendo de las regiones y de las industrias, las pequeñas empresas pagan entre el 18 y el 27 por ciento de este tipo de impuestos.
Para poner en la misma situación a todas las empresas, el proyecto autoriza a las compañías nacionales a deducir los salarios completos de sus trabajadores de sus ingresos, al igual que hacen las firmas extranjeras. Hasta ahora, las firmas nacionales sólo pueden deducir un máximo de 1.600 yuanes (200 dólares) por persona.
Los dos años libres de impuestos y los tres con impuestos parciales del que gozan los productores extranjeros desaparecerán y los negocios foráneos orientados a la exportación no disfrutarán del 50 por ciento de exención fiscal en el futuro.
(25/12/2006, Agencia de Xinhua)
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