En los últimos años ha suscitado gran debate el problema de los remanentes de pesticida en los productos agrícolas. Liu Jian, vice ministro de Agricultura, aclaró que el té chino se puede beber sin preocupación. Los remanentes de pesticida en otros productos agrícolas son mucho menores que lo que se afirma en la sociedad, por debajo con frecuencia a lo que establecen los códigos internacionales de alimentos. Liu dictó una conferencia titulada La OMC y la Agricultura China, en el acto de inauguración de la primera sesión anual del Foro Financiero y Económico de China, celebrada el 8 de diciembre en Yuxi, provincia de Yunnan. Al detenerse en las barreras técnicas que encara la exportación de los productos agrícolas tras la entrada a la OMC, dijo: “Ahora todo el mundo se preocupa mucho del problema de los remanentes de pesticida en los productos agrícolas. Debo decir, ante todo, que no se puede desconocer el problema; segundo, que el mismo no es tan serio tal como se especula en la sociedad y en medios informativos extranjeros”. Según Liu, que procedió a proporcionar algunas cifras recientes, en los últimos tiempos se han realizado análisis a 5.098 especímenes de té, frutas y verduras, mediante medios y métodos muy estrictos, utilizando instrumentos de precisión sofisticados. Tomemos como ejemplo el té. De los 228 especímenes sometidos a la detección, sólo el 0.4% arrojó índices que exceden el criterio. “Dicho más detalladamente, sólo uno de los 228 especímenes tiene remanentes de pesticida en cantidad que sobrepasa lo establecido por el estándar estatal. De los 423 especímenes de fruta sometidos a la detección, sólo el 9% tiene índices que exceden el criterio. De los 4.448 especímenes de verduras, sólo el 13,7% no corresponde a lo establecido, porcentaje muy inferior al 40% registrado varios años atrás. Conforme a los criterios establecidos por el Comité Internacional de Códigos de Alimentos, sólo un 5,94% de las verduras de China tiene restos de pesticida por encima de lo establecido. Liu indicó que los criterios usados en la detección son más estrictos que los establecidos por el comité antes mencionado. De acuerdo con Liu, los estrictos controles ejercidos por los países de la Unión Europea para la importación del té chino constituyen obviamente una barrera técnica. “No se puede negar que el problema existe, pero no es tan serio como lo pintan en la sociedad. No hay ningún fundamento al decir que beber el té implica consumir pesticida. Todo el mundo puede beber el té sin ninguna preocupación, pues, les garantizo que el té está libre de pesticidas”, afirmó Liu. |