El consumo del té en China tiene una larga historia, más diversa de los que muchos imaginan. De contarnos esos pormenores se encarga una exposición denominada "Historia de las teteras," abierta actualmente en Hong Kong. La exposición, auspiciada por el departamento de servicios culturales y de entretenimiento de la Región Administrativa Especial de Hong Kong, ofrece a los visitantes no sólo una selección de teteras finas y de mercancías vinculadas al té, sino también la oportunidad de apreciar la diversidad del arte a través de varias dinastías de la historia china. El tema de esta exposición se centra en la evolución de las teteras, los cambios en el consumo de la infusión a través de varias dinastías, a diferencias de exposiciones anteriores, en las cuales los temas centrales eran la poesía y los colores esmaltados de las teteras, según Grace Kwok, vicedirectora del Museo de Vajillas de Té de la Casa Flaffstaff. "En la Dinastía Ming (1368-1644), el abandono de la producción de tortas de té y el uso de hojas de té refinadas trajo por resultado que las teteras comenzaran a tener un asa y un pico," dijo la directiva, a manera de ejemplo. Una tetera antigua más voluminosa que lo normal se exhibe como muestra de los servicios de té en grandes reuniones. "Pero pronto, la gente se percató de que dejar porciones de hojas de té sin utilizar en la tetera por mucho tiempo daba un gusto amargo a la bebida, y por tanto, se recurrió a potes más pequeños," indicó. La exposición también explica cómo el té se consumió en China en épocas muy remotas, desde las dinastías Han (Bc206-220ad) y Tang (618-970). Antes de la dinastía Tang, beber té era una costumbre muy popular entre los habitantes de la parte meridional de China. Durante ese período, el té se hacía hirviendo puerro, jengibre, menta, dátiles, cornejo y cáscara de naranja, juntos en un pote, a semejanza de la factura del té en la dinastía Han. El té batido fue introducido en la dinastía Song (960-1279). Las hojas de té se molían hasta hacerlas polvo, que se disolvía revolviéndolo en agua con una varilla de bambú, hasta lograr una consistencia espumosa lista para el consumo. Según Kwok, la dinastía .Ming marcó el método de apreciación del té, que influyó en la forma de beberlo en la actualidad -- las hojas de té refinadas se maceraban en una taza de agua caliente cuya temperatura se controlaba cuidadosamente. Las flores comunes usadas para dar aroma al té incluían lirios de agua, orquídeas y flores de azahar. En la época contemporánea el té perfumado incluye el de jazmín y el de rosas, dijo. La exposición muestra además 100 teteras y vajillas de té hechas entre la dinastía Ming y el siglo XX, así como alfarería de Yixing, teteras azules con aplicaciones previas al vidriado, monocromas o policromas, calderas y aguamaniles. Alan Schumann, un visitante, sostuvo que en un principio se interesó por los efectos que el consumo del té tiene para la salud. "Me encantan los alimentos fritos, pero tienen un alto nivel de colesterol; he leído que los polifenoles presentes en el té verde pueden reducir el colesterol y prevenir el cáncer. Así que vine a comprobar cualquier información sobre la producción del té, "declaró. Grace Kwok añadió que para la clausura de la exposición, el 10 de marzo próximo, se espera que cerca de 90.000 personas la hayan visitado. |